Verdades fundamentales sobre la vida que quiero compartir
Esto es una verdad fundamental: Las mejores cosas en la vida no tienen precio, pero si un valor incalculable. Ahora, con un poco más de años y experiencia, quiero compartir contigo esta y otras verdades valiosas que la vida me ha enseñado y que me gustaría haber aprendido antes.
Por suerte, ahora ya son verdades que he dado por ciertas después de repetirlas durante mucho tiempo y hoy quiero compartir contigo.
¡Vamos allá con las verdades fundamentales!
1. Fallar tiene un beneficio con una alta recompensa
Antes de nada, el concepto de éxito aquí no es para nada relevante. El concepto de éxito tiende a ser entendido de manera diferente, depende de a quién le consultes.
Lo que si es valioso entender es que fracasar no es un problema que debamos siempre evitar.
Por lo contrario, mientras antes lo aceptes, más pronto experimentarás el verdadero éxito.
En cuanto entiendas que te encuentras en un camino equivocado, podrás analizar y enfocar tu motivación en conseguir un resultado diferente que te ayude a acercarte a tu objetivo.
En cualquier caso, nada es tan grave que no se pueda arreglar, ¿no es cierto? Ante un error podemos juzgarnos, criticarnos y hundirnos. O podemos tomar la gran oportunidad que se nos brinda para conocernos mejor y cambiar de rumbo.
En resumen, el éxito requiere mucha paciencia y la capacidad de mantener el enfoque en tu objetivo, incluso si eso conlleva un poco de frustración por el camino.
2. El éxito proviene del foco.
El éxito no proviene del movimiento y la actividad. Proviene del foco.
Foco, foco y foco.
La multitarea es el gran enemigo del enfoque.
Todos hemos tenido esa sensación de no tener tiempo. Gimnasio, entrevistas, trabajo por cuenta ajena, actividades familiares, correos electrónicos, reuniones y encima de todo eso unas ganas locas de empezar un proyecto nuevo… ¿Te suena familiar? Estar ocupado no es igual a ser productivo.
Medir mis actividades me ayudó a entender las prioridades de mis deberes y mejoró notablemente mi productividad. Siendo honestos, esto quizás no sea posible a diario, pero en la medida de lo posible es importante mantener una rutina que se repita a lo largo del tiempo y sea medible.
En otro post te hablé de la importancia que tiene planificar nuestra rutina. Algo que es recomendable hacer cada noche antes de dormir y que nos permite dar importancia a nuestras tareas.
3. Estás viviendo la vida que tu mismo has creado
Los pensamientos y las emociones crean la realidad que vivimos o, lo que es lo mismo, todo lo tangible tiene lugar en lo intangible.
Nuestras experiencias están conectadas por una sucesión de causas y efectos muy relevantes.
Fumar, beber, el exceso de grasas, especialmente las saturadas e hidrogenadas, el sedentarismo, el estrés, el rencor, la falta de metas, el desamor, la soledad, el desinterés, la envidia, la contaminación y otros sentimientos negativos, son altamente perjudiciales para la salud física, intelectual, emocional y espiritual.
Todo lo que hacemos, pensamos, decimos y sentimos, tienen un origen en el pasado, pero tienen una consecuencia en nuestro futuro. Tenemos un poder infinito para influir en el desenlace de nuestra vida y en lo que nos suceda en ella.
Cada uno tiene la capacidad de ser lo que se proponga ser y lograr sus objetivos. Todo lo que suceda dependerá de cuánto lo queramos y qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo.
Si dialogamos con nosotros mismos con toda sinceridad, sin prejuicios ni estereotipos, caeremos en la cuenta de que antes de cada desdicha o triunfo hubo una acción u omisión por nuestra parte, la mayoría de las veces con plena conciencia, pero totalmente disculpada mediante argumentos como: siempre lo he hecho así; qué le vamos a hacer; otra vez será; el mes que viene me pongo a ello; total por una vez; es mi forma de ser…
Si repasamos estos con calma estas emociones de sinvivir e infelicidad, comprobaremos que casi todos ellos están bajo nuestro control.
Todo acto conlleva consecuencias.
4. Rodéate siempre de los mejores
Mantener un círculo de amistades sano es fundamental para alcanzar tus objetivos.
«Dime con quien andas y te diré quien eres» es una gran y sabio dicho popular.
Esto no solo por la importancia de tener apoyo emocional e intelectual, si no también por el hecho de hacer un camino juntos donde el conocimiento se comparta entre unos y otros. No todos los que llamamos amigos lo son, y eso es algo que aprendemos desde bien jóvenes. Amigos hay pocos, realmente pocos, ya se sabe que “los amigos se cuentan con los dedos de una mano”, ¡y a veces ni eso! Pero jamás olvides que la cantidad de amigos no importa, lo imprescindible es que sean de verdad.
Mentores, profesores, profesionales, colegas de profesión o cualquier persona que te empuje a dar un paso extra cada día … Todos ellos te ayudarán a continuar tu camino hacia el progreso.
5. Vive con propósito
La vida, como yo la entiendo, tiene muchas dimensiones. Y quizás en contra de lo que muchos piensan, la vida va más allá el nacer, crecer, reproducirse y morirse.
Mucha gente divaga por la vida como pollo sin cabeza, sin saber muy bien a qué quieren dedicarse o como quieren ganarse la vida. Y esto desde el punto de la vista de la irresponsabilidad no tienen ningún pecado. Pero si sabes que quieres lograr algo en concreto, es algo que debemos evitar.
Vivir con propósito conlleva tomar responsabilidad de ti mismo y entender en qué eres bueno o de qué talento dispones y poner ese talento o don al servicio de los demás.
Esto fue algo que personalmente me costó entender: durante mucho tiempo pensé que no tenía ningún talento y si lo tenía lo escondía por miedo a ser tomado por prepotente. Con el tiempo me aprendí a promocionar y a día de hoy ayudo a personas de Latino América, Europa y Reino Unido a lanzar sus negocios al mundo digital, y además escribo en varios blogs sobre varios temas que domino bastante bien.
Pon tu don al servicio de los demás.
6. Terminado es mejor que perfecto
Para acabar, pero no por ello menos importante. Toma riesgos.
El peor error que podemos cometer es no empezar un proyecto que tenemos en mente porque no es del todo perfecto. Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Pero lo bueno es amigo de lo excelente. Quizás piensas que es demasiado pronto, o que y aes demasiado tarde, que eres demasiado viejo, o demasiado joven… o que no tienes demasiado tiempo… Y así un largo etcétera.
Eso son excusas.
Ejecuta tu idea, toma acción, termina lo que has empezado.
La ejecución es un proceso sistemático de barajar diversas posibilidades, cuestionarlas y actuar sobre ellas con tenacidad.
Aprende haciendo.
Esto es un elemento clave a la hora de consolidar equipos de trabajo en procesos de resolución de problemas para la mejora continua. Ya que el hacer conlleva equivocarse, detectar diferencias, hacer análisis a intercambio de ideas y las discusiones generan aprendizaje.
Esto es todo por hoy.
Espero que te haya servido de ayuda este contenido, Quiero recordarte que mi objetivo con este blog es darte las herramientas necesarias para que lleves una vida llena de abundancia.
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